Aprender a conocer nuestro cuerpo, no sólo nos permite detectar una anomalía, sino que puede ayudarnos a prevenir enfermedades como el cáncer de mamas.
Para muchas mujeres el término “quistes” puede ser muy alarmante y más aún cuando al examinarse detectan algo extraño, sin embargo la mayoría de las veces se trata de abscesos o tumores benignos que no representan un riesgo mayor para la salud, pero que conviene observar.
Regularmente cuando las glándulas mamarias se bloquean o crecen, los quistes se manifiestan en el interior de las mamas como medianos o pequeños sacos de líquido.
¿Cómo detectarlos?
En caso de que el quiste alcance un tamaño considerable, el que puede variar entre el porte de una bolita a una pelota de ping pong, éste se puede percibir a través del tacto, es decir, del autoexamen.
Si al palpar tus mamas, sientes un cuerpo extraño similar a una “bolita” firme o suave, debes poner atención y consultar a un médico.
De igual modo, hay quistes que son imperceptibles por lo que si ya cumpliste 30 años es tiempo de hacerse una mamografía.
Cuando en la mamografía se evidencia la presencia de quistes, se realiza una ecografía mamaria para observar si el bulto está relleno de líquido o es sólido, es decir, si es simple o complejo. Afortunadamente, la mayoría de diagnósticos corresponde a quistes simples.
Basta con realizar un autoexamen una vez al mes para ayudar a prevenir un indeseado cáncer, además de considerar algunos hábitos y alimentos que también ayudan a evitar la formación de quistes. ¡Toma nota!
Fibra
Beber mucha agua y aumentar la ingesta de fibra son las principales medidas que pueden ayudarte a prevenir la aparición de quistes y que puedes encontrar en alimentos como la avena, legumbres, palta, brócoli, pera, manzana y arroz integral.
Verduras Crucíferas
Se ha clasificado como crucíferas a los alimentos que contienen un compuesto llamado indol 3-carbinol, declarado por la comunidad científica, que actúa como anticancerígeno, y en este caso podría ayudar a reducir la capacidad de los estrógenos para pegarse al tejido mamario. Entre ellas, el brócoli, las bruselas y la coliflor.
Reducir grasas e hidratos de carbono
Los tejidos mamarios son sensibles a los alimentos ricos en grasa e hidratos de carbono refinados, ya que elevan al máximo los niveles de estrógenos, estimulando la formación de quistes o tumores. Entre ellas, carnes procesadas, frituras y dulces, comida chatarra, jarabes y salsas industriales.
Extracto de té verde
Su efecto antioxidante ayuda a combatir la acción de los radicales libres que se acumulan en nuestro cuerpo y que se asocian a la aparición de tumores benignos y malignos.
Chequeo anual
Realiza al menos una vez al año un chequeo médico. ¡Sólo ganas tú!
